miércoles, 30 de marzo de 2011

los viejos vicios

Es verdad, que cuando juegas con las emociones,  y te dejas llevar en un va y ven como las olas, y empiezan ha crecer, como una bola de nieve, convirtiendose en un juego incontrolable, un ser emocional, aveces desarrolla con más intensidad, cada pensamiento, y lo escudriña, lo deshace hasta que encierra una temible intención.

Las mascaras, a traves de una falsa imagen, suelen ser expreciones seductoras, pero que asaltan, a la menor provocación.

Las emociones se vuelven incontrolables.

Malditas emociones, me dirigen directamente ha un abismo grande y muy oscuro, malditas emociones, son esas que juegan con mi vida, son esas que me consumen, son esas a las que yo mismo les dí vida.

Ha que seriamos sin ellas... nada seguramente!

Hoy sé, que es caminar al borde de un abismo, que ya no lo disfruto como lo disfrutaba... cuanta inconsciencia!.

Hoy sé, cuanto sufro y que mis propias debilidades me ahogan.

Siempre me dominan, y siempre quise jugar con ellas como un niño, pero ellas me ganaron la partida, me faltaron las artimañas, creo que no desarrolle los colmillos necesaríos para batirnos mano a mano, para engañarles, para dominarlas. pero hoy,
locura

me ha seducido de sobremanera la tranquilidad y sobre todo saber que puedo dominarme.

Malditas emociones, como me han gustado, malditas emociones como me han dañado, dedusco, que cuando más atropelle al EGO,(arbitraria fuerza de voluntad autónoma) digamos que sería una actitud correcta, menos me engaño, no sé a quién quiero sorprender, cuando el sorprendido he sido yo.

Malditas emociones, no son mas que pensamientos retorcidos.

No se puede, andar solo a la deriba, sin la compañia de DIOS.

Soy fuerte y puedo, si mis conviciones no flaquean,
o no sirvan para amar, sé que amar con sensates es lo correcto.

Malditas emociones,
cuando se aparecen, todo lo echan a perder.

Pero hoy supe, que puedo, si no abro la puerta, y    puedo ganar porque ya he ganado.

Porque sé que existe la humildad y detras la tranquilidad.

1 comentario:

  1. Tienes razón, el jugar con las emociones propias o ajenas es letal, tarde o temprano despuntan y cuando lo hacen es para herir o lastimar.

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